sábado, 21 de enero de 2012

Pecados Capitales


En la concepción personal, y como eterna estudiante de las Ciencias Ancestrales del Conocimiento, interpreto que cada uno de nosotros como correspondencias, pertenencias y procedencias de la luz Divina, poseemos un fractal o parte de la verdad…
Como pequeñas gotas del mar, que tienen la misma composición química… o morfología molecular…
Las enfermedades del cuerpo, sin duda proceden de enfermedades del alma…
El alma es la parte sensitiva o sensible del Ser… que vincula al “YO Superior” con la expresión tangible o física… es decir, nexo…
Cada pasión a la que nos abandonamos, es una pérdida del poder personal… o manera de “morir en lentitud”…
De allí que es de tanta la importancia, el “conocerse a sí mismo” y ahondar en cada una de las facetas de la propia personalidad…
Las diferentes religiones se han apoyado en el concepto que las diferentes pasiones, someten a la mortalidad como consecuencia que procede desde lo sensible, al campo de la manifestación o física… como consecuencia, para percibir desde lo tangible, el resultado de nuestra “creación”, procedente del pensamiento, sumado a la emoción… que en este caso oportuno, abordamos sobre los excesos…
La interpretación en “auto referencia”, desde el observador imparcial del “yo inferior” crecido…
En Astrología, la diferencia entre Mercurio epimetéico y prometéico…

El conocimiento de estas partes, no reales de nosotros mismos, (personalidad) en concordancia con la estabilidad emocional o sensible, nos conecta con nuestra sabiduría interna…
Ser sabios entonces, según mi manera de ver, es el arte de conservar la vida… y para ello, importante es el desarrollo del arte o talento interno interpretado por lo conceptual (desde el cielo o plano mental superior) y luego aplicado a lo tangible, como ayuda para nivelar la exacerbación de lo sensible o sensitivo… cuestión, que no es fácil… de allí la concepción de “mortal”…

Saltar de la emoción, es la prueba “fatal de los designios”… en Astrología, asociado a Plutón y la muerte… o “resurrección y fénix”… “desapegos, o muerte de los egos o facetas de la personalidad”…

El arte como utensilio o herramienta creativa para ser aplicada en uno mismo, y luego en servicio a los demás…
El desarrollo de los propios talentos con los que fuimos creados a imagen y semejanza… que interpreto, es la misión de la vida de cada cual…
Si nos basamos en uno de los escritos tradicionales más antiguos, como la Biblia, ésta tiene para decirnos en el libro de los Romanos, Cap. 6 Versic. 23: “El salario del pecado, es muerte, pero el “don” que Dios da, es vida eterna por Cristo…”

De hecho, sabemos que en el campo físico, todo se modifica y transforma… nos encontramos en la “realidad física o perecedera”, pero si lo analizamos más profundamente, nos está hablando de “algo”, que relacionado con nuestro “don o talento personal”, y el cultivo del mismo, es lo que nos garantiza una vida con menos vicisitudes o tropiezos…
De hecho, que si seguimos en la interpretación de las Escrituras, en el pasaje de la última cena y como “última” máxima, enseñanza del Maestro Jesús, siempre desde las “parábolas”: Libro de Juan 6: 54“YO SOY el pan que ha bajado “del cielo”, el que coma de este pan, vivirá para siempre… comed y bebed… el que comiere de mi carne y bebiere de mi sangre, no procederá a morir… siempre que hagáis esto, hacedlo en memoria mía…nadie viene al Padre, sino es por mí…” Juan 13: 34“Un nuevo mandamiento os doy, que os améis los unos a los otros, como yo os he amado…”

Y me pongo a pensar en la “concepción del verdadero arte”, que a pesar de los años, perdura para siempre…
Como Hermes, Henoch, Miguel Ángel, Leonardo da Vinci, Homero, Virgilio, El Dante… y el arte de cada uno de ellos, como expresión de sí mismo, reflexión, aplicación y por último ofrenda… y la ofrenda de la enseñanza del “pulido” de cada cual… a imitar o seguir…
El arte y su historia son la traducción y transmisión de la capacidad de aprendizaje y/o enseñanza o índice del camino a seguir, para la multiplicidad de seres que lentamente vamos despertando o despejando las incógnitas del diario vivir…
Incluso, el acento particular sobre la “memoria”… intuyo se refiere al recuerdo del propio proceso del Ser, de cada uno en lo particular, en la experiencia tangible o física… luego corrección de lo incorrecto…
Desde mi humilde interpretación de las cosas, intuyo que cada “Maestro” ha dejado pistas interpretativas, para llegar a una vida en plenitud…

Y retornando… el YO SOY o centro, o esencia, es quien alimenta la experiencia en los tres planos:

1. Mental
2. Sensible
3. Físico

Ahora, en esta concepción del YO SOY, ligada al cuerpo físico por lo sensible o alma, el cuerpo sería la piedra fundamental desde donde los antiguos alquimistas procedieron a forjar el “oro”… según lo descripto por Paracelso y muchos otros… los cuatro elementos o crucifixión del Ser… en el aquí y ahora…

En Astrología, sería partiendo desde la comprensión de los límites saturninos (plomo), a la expresión máxima del sol (oro)… utilizando a Mercurio (Azogue) o inteligencia, para unir los dos puntos equidistantes de un camino que estaba desde los orígenes incluidos, según mi pensar, en un plan Universal…
Los maestros herméticos expresaron: “hagan el oro potable y tendrán la medicina Universal”…

¿Será esta, tal vez, la obtención de la fuente de la eterna juventud, el elixir de la larga vida, partiendo de la piedra fundamental o cuerpo físico?

Volviendo a la interpretación bíblica: Mateo 16, Versículo 13 al 20: “Llegado Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre? Ellos dijeron: Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros, que Jeremías o uno de los profetas. Él les dijo: Y vosotros ¿quién decís que soy yo? Simón Pedro contestó: Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo. Replicando Jesús le dijo: Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades (Plutón) no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos. Entonces mandó a sus discípulos que no dijesen a nadie que Él era el Cristo. Desde entonces comenzó Jesús a manifestar a sus discípulos que Él debía ir a Jerusalén y sufrir mucho de parte de los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, y ser matado y resucitar al tercer día. Tomándole aparte Pedro, se puso a reprenderle diciendo: ¡Lejos de ti, Señor! ¡De ningún modo te sucederá eso! Pero Él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de mi vista, Satanás! ¡Escándalo eres para mí, porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres! (Pedro=petra/ae segunda declinación del latín, cuyo significado es piedra)
Pero nos hemos desviado…retornamos…
Las diferentes religiones, han hablado de los “pecados mortales”…
Pecar significa estar fuera de centro… descentrado…
Inestabilidad o desequilibrio…
En una carta natal astrológica, pulsando desde algún planeta, signo o casa, no desde la totalidad… o centro…

No existe un lugar puntual en la Biblia donde se enumeren los pecados capitales o mortales…
Ellos están indicados en todo lo largo y ancho de sus expresiones, tanto en el viejo como nuevo testamento…
De ellos, citaremos siete principales, de los cuales se desprenden una multiplicidad de otros, cuyo fundamento son los siguientes y en referencia a la Astrología y en ese orden:

1. Sol… Soberbia
2. Luna… Pereza
3. Mercurio… Envidia
4. Venus… Lujuria
5. Marte… Ira
6. Júpiter… Gula
7. Saturno… Avaricia

La comprensión de nuestros aspectos astrológicos, nos darán el indicativo de los “pecados” a centrar…
Volviendo a la Biblia… dando algunos ejemplos…


1. Entendiendo a la soberbia como satisfacción y envanecimiento por la contemplación de las propias prendas con menosprecio de los demás. En los Proverbios 29:23: “La soberbia del hombre le acarrea humillación, pero al humilde de espíritu lo sustenta la honra...”
2. La pereza (acidia del latín) como descuido o flojera de realizar las propias acciones respecto del “propio arte o talento individual”, la no realización de los movimientos o acciones que propenden al desarrollo del mismo… Sabemos que el exceso de “acidez” es corrosivo, idénticamente con lo excesivo de alcalinidad… interpretado sería, como no hacerse cargo de “uno mismo” o de la tarea específica por la cual encarnó o misión de vida… y como “acidia”, A = negación, cidia = hacer o desarrollar… En este concepto bien encaja, la dificultad relacionada con “la tristeza de ánimo”, o la decadencia que invade a no “hacer”, devenida de la tristeza, la melancolía, los miedos, la auto postergación, desgano, la sencilla vagancia y la descripción podría ser interminable… En el libro de Tesalonicenses 3:11: “Porque oímos que algunos de entre vosotros andan desordenadamente, no trabajando en nada, sino entremetiéndose en lo ajeno…” Tesalonicenses 3:12: “A los tales mandamos y exhortamos por nuestro Señor Jesucristo, que trabajando (sosegadamente, tranquilidad, serenidad) coman su propio pan…” En el libro de los Proverbios 10:4: “La mano negligente empobrece, mas la mano de los diligente enriquece…” Proverbios 10:5: “El que recoge en el verano es hombre entendido, el que duerme en el tiempo de la siega es hijo que avergüenza...” Proverbios 26:13: “El león está en camino, el león está en las calles…” Proverbios 26:14 “Como la puerta gira sobre sus quicios. Así el perezoso se vuelve a su cama...” Proverbios 26:15 “Mete el perezoso su mano en el plato, se cansa de llevarlo a su casa…” Proverbios 26:16: “En su propia opinión el perezoso es más sabio que siete que sepan aconsejar…”
Continúa…

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